Programa Cuidadores 1 Programa Cuidadores 2 Vídeo Programa Cuidadores
El objetivo del estudio, del que se presentan algunos de sus resultados en este artículo, es conocer las dificultades existentes y las propuestas de mejora para lograr la adecuación de la atención domiciliaria sociosanitaria a las necesidades y preferencias de las personas que requieren cuidados de larga duración.
El método utilizado parte de un enfoque participativo basado en la triangulación utilizando material empírico primario derivado de técnicas cualitativas (23 entrevistas a agentes clave y 2 grupos de discusión).
Los resultados muestran que desde el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) convencional podría generarse un revulsivo para ampliar su contenido y desarrollar una atención en el entorno que integre diferentes actuaciones y dimensiones: lo social y lo sanitario, la atención formal y la informal, la coordinación entre todos los recursos que existan en el territorio (desde el asociacionismo, el voluntariado, los centros cívicos socioculturales, las farmacias y comercios, entre otros), la atención y apoyo a las familias, las intervenciones en la vivienda, el uso de productos de apoyo y tecnología y la participación social.
En suma, urge considerar los retos que se nos presentan para afrontar adecuadamente el cambio demográfico en pro de un envejecimiento activo y saludable, con políticas integrales y centradas en las personas favoreciendo la permanencia en el domicilio y en su entorno comunitario, evitando la institucionalización y dando continuidad a sus proyectos de vida.
Las rutas son un conjunto de consideraciones, acciones y elementos, refrendados por el conocimiento existente y validados por la experiencia aplicada, sobre contenidos clave de este enfoque para hacerlo efectivo en los centros y servicios.
Pretenden facilitar de una forma flexible itinerarios de progreso. Su finalidad es orientar a los centros, servicios y equipos en el camino hacia una atención centrada en las personas, respetando una estrategia propia y apoyando que las diversas trayectorias tengan la necesaria globalidad y la clara orientación que debe caracterizar el avance en este enfoque de atención.
¿Por qué una ruta de Buen Trato?
El Buen Trato es una cuestión nuclear para una atención centrada en las personas, algo que se tiene claro cuando se entiende que cuidar significa acompañar vidas que merezcan la pena ser vividas, siendo, el cuidado, mucho más que un conjunto de tareas procedimentales.
Esta ruta basa sus recomendaciones en las consideraciones básicas para hablar de Buen Trato en los cuidados de larga duración:
• El buen trato parte del reconocimiento de la dignidad de toda persona.
• Cuidar es acompañar vidas. El cuidado es una oportunidad para facilitar una buena vida, una vida con sentido.
• El buen trato implica atención integral y siempre personalizada.
• El buen trato conlleva proteger a la persona equilibrando objetivos de seguridad con bienestar.
• El buen trato solo se consigue cuidando las relaciones entre las
• personas que participan en el cuidado
Es necesario concretar en qué consiste en Buen Trato y cómo se desarrolla el buen trato cuando cuidamos a personas en la atención cotidiana, y, por otro lado, es necesario tener muy presente que el cuidado se sustenta en marcos relacionales donde profesionales y familias somos quienes generamos los entornos que facilitan el respeto a la dignidad y la promoción de la autonomía.
“El buen trato solo es posible en los entornos donde las personas, todas, se tratan bien”
“Dando vida a los años” es un programa de envejecimiento activo desarrollado a través de procesos de terapia asistida con perros, que utiliza programación de caso único y que pretende atender al proyecto vital de cada persona mayor, así como de cada vivienda de mayores, donde ambos elementos SON...
La Guía que presentamos se enmarca dentro de la línea de investigación-acción sobre el enfoque de derechos en la que Fundación Pilares lleva trabajando los últimos años. Con ella damos continuidad a las diversas publicaciones ya elaboradas y disponibles en nuestra web en formato guía práctica: una para promover el ejercicio efectivo de los derechos de las personas en los cuidados familiares en el domicilio; la otra, para favorecerlos en residencias y centros de día mediante la actuación profesional.
Para culminar este proceso faltaba, y eso era lo más importante, contar con una guía dirigida a las propias personas mayores en situación de fragilidad, soledad o dependencia: para compartir con ellas la reflexión sobre aquellas situaciones en las que se produce una vulneración de sus derechos y ofrecer argumentos y estrategias para defenderlos.
Esta Guía 9 parte, desde su título, de la defensa de “nuestros” derechos y deberes. Su objetivo es motivar a las personas mayores a que los conozcan primero, identifiquen las formas en las que se produce su vulneración y cuenten con estrategias para exigir que puedan ser ejercidos en el día a día, tanto si viven en su propio domicilio como si están en una residencia.
Puede ser de utilidad también para los equipos profesionales que trabajan en el ámbito de los cuidados, para las familias cuidadoras y para las asociaciones de personas mayores. En estos entornos, este texto puede venir a enriquecer su trabajo, apoyando, mediante procesos formativos y reflexivos, que todas las personas mayores aprendan a defender mejor sus derechos y a reivindicar y ser conscientes también de sus deberes.
Desde la Fundación Pilares expresamos nuestro agradecimiento por el trabajo que han realizado a lo largo de 2021 las autoras de esta Guía, Loles Díaz Aledo y Mar Maiques Díaz. Con su buen hacer, conocimiento y experiencia han recorrido el proceso consultivo previo a la elaboración de sus contenidos, los han chequeado en grupos de personas mayores y, finalmente, han obtenido el que creemos es un buen resultado que cumple con creces los objetivos pretendidos. Nuestro agradecimiento también a todas las personas y entidades que, de manera totalmente desinteresada han hecho posible este trabajo.
La Guía comienza por una introducción que trata de responder a preguntas como ¿por qué y para qué una guía cómo esta? Y pasa a continuación a desarrollar por qué defendemos que los derechos y deberes son la base de la ciudadanía. La parte más amplia de este texto va desgranando aquellos derechos más importantes que afectan a la vida cotidiana de las personas en situación de vulnerabilidad (autonomía, reconocimiento de la dignidad, derecho a la información comprensible, a la intimidad, al honor a la propia imagen, a la participación, a la sexualidad, a recibir cuidados de calidad, a tener apoyos para seguir controlando su proyecto de vida, a la protección jurídica, a los cuidados paliativos).
El objetivo de esta Guía es ofrecer, pues, herramientas que ayuden a comprender los comportamientos de las personas con demencia y a organizar, guiar y pautar los cuidados. Va dirigida a las y los profesionales de atención directa continuada (gerocultores, auxiliares de clínica o de geriatría), a todos los profesionales del cuidado y también a los cuidadores familiares.
De acuerdo con la filosofía de la ACP, al ofrecer cuidados, apoyos o intervenciones profesionales deben tenerse en cuenta las especificidades que acompañan cada situación, cada problemática y cada persona de manera singular, por lo que en esta Guía también se trata la importancia de realizar una correcta evaluación multidimensional que propicie una intervención completa y eficaz. Los SPCD son muy prevalentes y disruptivos en el ámbito institucional y por ello, esta publicación pretende ofrecer respuestas, pautas y recomendaciones en especial a los profesionales que se enfrentan diariamente a ellas, pero teniendo en cuenta que cada persona y cada situación son únicas, y una correcta evaluación psicogerontológica es siempre necesaria.
El equipo de expertos que ha elaborado esta Guía tiene en su haber una dilatada y reconocida trayectoria profesional en el ámbito de la gerontología y, en especial, en la investigación aplicada en el de las demencias. Ellas y ellos han sabido reunir y resumir en esta publicación los aspectos de mayor interés en cuanto a su aplicación práctica en entornos residenciales, de centros de día y en hogares familiares, en la confianza de que puedan ser de utilidad a profesionales y personas cuidadoras.
“Apoyos 2030” propone una guía para el proceso de transformación del modelo de cuidados de larga duración, entendido por la Organización Mundial de la Salud como el sistema de actividades llevadas a cabo por cuidadores informales (familia, amigos o vecinos) o profesionales (sanitarios, sociales u...
Las personas necesitamos cuidados en mayor o menor medida a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, pareciera que no hiciera falta “aprender a cuidar”. Cuidar requiere escuchar los deseos de la persona cuidada. Pero a la vez hace necesario saber expresar y demandar asertivamente (es decir, con claridad y sin afectar a los derechos de los demás) lo que se quiere y puede hacer por parte de la persona cuidadora.
Maqueta SUCRANO
Maqueta pacas
MaquetaPELAJANELA
SUPERISLAS de Atención a domicilio
Esta guía ha sido preparada para que las personas que se ocupan de apoyar a personas con demencia en sus rutinas del día a día, tengan una herramienta práctica par realizar actividades cotidianas terapéuticas significativas.
Desde el marco de la Atención Gerontológica Centrada en la Persona (ACP) “se asume, como punto de partida, que las personas mayores, como seres humanos que son, merecen ser tratadas con igual consideración y respeto que cualquier otra persona, desde el reconocimiento de que todos tenemos igual dignidad.
El trato digno en la atención a las personas mayores en situación de dependencia se traduce en buscar el máximo beneficio terapéutico y la máxima independencia y control de la vida cotidiana posibles, desde el marco de la atención integral y de la calidad de vida de los individuos.
Desde este modelo de atención se enfatiza lo propio, lo cotidiano y lo significativo para cada persona como características primordiales de las intervenciones y de la calidad de la atención” (Martínez, 2011).