Martínez Rodríguez, Teresa
Conjunto de fichas que permiten, en torno a descriptores de buenas prácticas, la autoevaluación en un proceso de reflexión conjunta en equipo.
Son muy útiles para la toma de conciencia y la identificación de puntos fuertes y áreas de mejora entorno a los componentes clave de la comunicación y la promoción del bienestar en personas con demencia.
Promueven, a la vez que se usan, la formación en los elementos clave de buena práctica y compartir significados en los equipos.
Con su uso se identifican áreas en las que poner el foco si queremos avanzar. En este sentido sirven para la planificación.
Documento incluido en la Ruta de Comunicación.
El cuidado se produce siempre en un contexto de comunicación interpersonal. Incluso cuando realizamos tareas de cuidado sin hablar, nos estamos comunicando. La ausencia de palabras, los silencios, nuestros gestos, los ritmos de nuestras acciones, transmiten información. Siempre. No comunicarse no es posible.
Nuestra comunicación es una de las herramientas más importantes en el cuidado de las personas con deterioro cognitivo o que han desarrollado una demencia. Porque nuestra comunicación va a modular, en buena medida, el estado emocional de la persona. Puede facilitar su bienestar y, también, contribuir a reducir su malestar. Tampoco hemos de perder de vista que algunas interacciones también pueden intensificar estados emocionales negativos.
Comunicarse con una persona con demencia y entender algunas de sus conductas, en ocasiones, no es sencillo. Por ello hemos elaborado esta guía, para ayudar a quienes acompañan y cuidan a las personas con demencia a comunicarse mejor con ellas.
En esta guía presentamos de forma muy resumida algunas ideas y técnicas que pueden ayudarnos tanto a comprender las necesidades que las personas con demencia expresan como a mejorar el modo en que nos comunicamos con ellas.
Tomar conciencia de algunas creencias que podemos tener sobre las personas con demencia y sobre sus comportamientos, es el punto de partida necesario para que las técnicas que luego presentamos puedan realmente resultar de ayuda. Porque las técnicas son meras herramientas y, para que resulten valiosas, deben proceder de una mirada, de unas actitudes que las soporten.
Existe una gran inquietud en el sector de los servicios sociales y sanitarios sobre los modelos de atención vigentes, las críticas que desde la evidencia científica se han señalado y la necesidad de avanzar en una transformación del mismo. Este cambio señala hacia uno que atienda de manera integral e integrada a las personas que lo necesitan, y que lo haga, además, con el eje puesto en sus intereses, derechos y preferencias, tal como se propone por los grandes Organismos Internacionales y se viene implementando en los países más avanzados en políticas sociales del mundo.
Todavía persisten determinadas resistencias al cambio que se defienden desde planteamientos erróneos y se repiten sin fundamento sobre lo que este cambio significa y que constituyen un conjunto de mitos que intentan frenar el proceso de transformación emprendido. Sin duda, ello es debido a que por ciertos agentes no acaban de comprenderse las bases científicas, los elementos y metodologías que son inherentes al nuevo modelo, ni conocerse los beneficios que la comunidad científica viene publicando sobre lo que aporta esta nueva manera de afrontar los cuidados y apoyos que una parte de la población necesita.
En consecuencia, y desde la convicción de que los mitos como mejor se combaten es con conocimiento, por parte de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León, junto con la Fundación Pilares para la Autonomía Personal, se acordó reunir a un grupo de reconocidas personas expertas en el ámbito de la atención gerontológica, de los Servicios Sociales y de la Ética e invitarles a reflexionar y compartir argumentos que ayuden a rechazar,
por falsos, algunos mitos que aún se resisten a desaparecer.
Se contextualiza esta publicación en una amplia línea de investigación-acción de la Fundación Pilares sobre el enfoque de derechos y el modelo de Atención Integral y Centrada en la Persona (AICP). Su objetivo general es ofrecer un conjunto de herramientas y metodologías que resulten de utilidad a los equipos profesionales que trabajan en residencias y otros centros de personas mayores para promover el ejercicio de sus derechos y deberes en la vida cotidiana y mantener su dignidad.
Son objetivos específicos de esta Guía:
– Apoyar que las y los profesionales reflexionen y perciban en sus actuaciones cotidianas qué, cuándo y cómo se produce una vulneración de derechos, muchas veces sin reparar en ello y guiados desde la buena intención.
– Avanzar en la necesidad de que, tanto individualmente como en reuniones de equipo, se analice la relevancia que adquiere, desde una correcta praxis profesional, el reconocimiento y la obligación del respeto por la dignidad, los derechos y la exigencia de los deberes de las personas mayores, realizando las adaptaciones necesarias para ajustarlas a las características de cada una de ellas, en especial, a las personas con demencia.
– Dotar a las personas que integran los equipos de los centros de estrategias e instrumentos que les ayude, desde su propia actuación profesional, a tomar conciencia de la relevancia de su papel como garantes en el día a día de los centros del ejercicio de derechos y deberes de las personas mayores.
El titulo nº 6 de la Serie “Informes acpgerontologia “expone de forma resumida los resultados obtenidos en la evaluación realizada en tres años de uso (enero 2014-diciembre 2016) del instrumento AVANZAR AGCP, diseñado para facilitar un proceso de revisión participativa en los centros desde acciones y descriptores de buena praxis acordes a un enfoque de ATENCIÓN CENTRADA EN LA PERSONA.