Inteligencia Artificial y Cuidados de Larga Duración: Hacia una Innovación Responsable, Ética y Centrada en la Persona

6/10/2025 | Noticias, Red de Buenas Prácticas

Imagen artEl 30 de septiembre se celebró la jornada técnica “Diálogos sobre Inteligencia Artificial y Cuidados de Larga Duración”, organizada por Fundación Pilares. El encuentro reunió a profesionales del ámbito sociosanitario y tecnológico con un propósito común: reflexionar sobre el papel de la inteligencia artificial (IA) en los cuidados, sus oportunidades, riesgos y condiciones para un uso ético y centrado en la persona.

Oportunidades y riesgos: la mirada de Julia Sacedo

Julia Sacedo Gómez, jefa de I+D en Ilunion Vida Senior, señaló que la IA no es únicamente un cambio tecnológico, sino una transformación social. Sus principales aportaciones en el ámbito de los cuidados son la automatización de procesos, la personalización de apoyos y tratamientos, y el seguimiento individualizado en tiempo real.

No obstante, advirtió sobre riesgos significativos: la deshumanización de la atención, la dependencia excesiva de sistemas automatizados y la vulneración de la privacidad. Por ello, defendió la necesidad de aplicar marcos de innovación responsable (RI), donde la ética y los derechos sean los ejes prioritarios de cualquier despliegue.

Entre los ejemplos compartidos, destacó el proyecto de teleasistencia predictiva de la Diputación de Gipuzkoa, que combina sensores en el hogar, relojes inteligentes y biomarcadores del lenguaje para anticipar caídas y detectar precozmente el deterioro cognitivo. Este piloto mostró la importancia de garantizar el consentimiento informado en lenguaje claro, diseñar soluciones flexibles y respetar siempre las preferencias de la persona usuaria.

Tecnología al servicio de la independencia: la aportación de Ángel Puertas

Ángel Puertas, cofundador de SeniorDomo, presentó una solución de monitorización inteligente orientada a mantener la vida independiente en domicilio. Su sistema permite la detección predictiva de riesgos como caídas o cambios de pauta, sin necesidad de dispositivos invasivos, y activa alertas automáticas a la red de apoyo, facilitando la activación de protocolos preventivos.

Puertas subrayó que la tecnología es un medio, no un fin, y que debe aplicarse en su justa medida —“la IA es como la sal”—. Insistió en la importancia del codiseño con las personas usuarias, evitando imponer soluciones que no se adapten a sus realidades.

Desde una perspectiva técnica, destacó la capacidad de SeniorDomo para analizar millones de registros diarios, identificar patrones y generar alertas tempranas, reforzando así la capacidad preventiva de los servicios de apoyo domiciliario.

Reducir carga administrativa de los profesionales y proteger el contacto humano: la visión de Alberto Villanueva

Por su parte, Alberto Villanueva, cofundador de Amaya Cuida, expuso cómo la IA generativa puede convertirse en un aliado del profesional. Su herramienta se centra en reducir la carga administrativa y documental mediante transcripciones automáticas y propuestas de planificación personalizada.

El objetivo, explicó, es liberar tiempo para dedicarlo a la atención directa, demostrando que la tecnología puede proteger —y no sustituir— el contacto humano. Amaya, desarrollada en codiseño con profesionales y familias, sintetiza información clave sobre cada persona usuaria, permitiendo a los equipos acceder de manera rápida y práctica a los datos necesarios para ofrecer cuidados más personalizados.

Requisitos para avanzar: consensos compartidos

A lo largo de la jornada se coincidió en una serie de requisitos fundamentales para integrar la IA en los cuidados de larga duración de manera ética y efectiva:

  • Capacitación continua de los equipos profesionales, que permita un uso crítico y responsable de las herramientas tecnológicas.
  • Gobernanza clara de los datos, garantizando anonimato, confidencialidad y control por parte de la persona usuaria.
  • Codiseño con usuarios y familias, asegurando pertinencia, aceptación y usabilidad de las soluciones.
  • Compromiso institucional, incorporando en políticas públicas y pliegos de contratación principios de prevención, predicción, personalización y participación.
  • Evaluación ética y social de impacto antes del despliegue, con seguimiento continuo en contextos reales y posibilidad de retirada si la aceptación no es adecuada.

Las aportaciones de Julia Sacedo, Ángel Puertas y Alberto Villanueva evidencian que la inteligencia artificial tiene un gran potencial para mejorar la calidad, la equidad y la personalización en los cuidados de larga duración.

El reto no está solo en la eficacia de los sistemas, sino en cómo cambian las relaciones entre profesionales, personas cuidadoras y personas usuarias. La IA puede ser una herramienta transformadora, siempre que se desarrolle y despliegue desde un enfoque interdisciplinar, ético y centrado en la persona, reforzando lo esencial: la dimensión humana del cuidado.

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