CENIE

Hablar de nueva longevidad significa inequívocamente referirnos a uno de los fenómenos más prometedores y transformadores de nuestra contemporaneidad: el incesante y global aumento de la speranza de vida. Gracias a las mejoras sanitarias, a los avances tecnológicos y científicos, a una mayor salubridad, a una educación más extendida que nunca y a los beneficios aportados por el Estado de bienestar, hemos ganado años a la vida. Hemos rejuvenecido como sociedad. Y lo que aún es más importante: podemos convertir esos años añadidos en años saludables, activos, participativos y solidarios. La clave está en que podamos disfrutar de una vida digna en estos años “ganados” y dotar de significado los nuevos ciclos vitales.
Objetivos de la guía
Además de presentar una investigación sobre el nuevo contexto demográfico a nivel nacional e internacional, la elaboración de esta guía pretende poder definir correctamente lo que hoy debemos entender por intergeneracionalidad; así como establecer pautas claras a la hora de realizar cualquier acción de carácter intergeneracional. También aspira a identificar las fuentes fundamentales de información y formación para adquirir competencias en las prácticas intergeneracionales, y, por último, analiza las oportunidades desde el punto de vista de identificación de claves, herramientas y estándares intergeneracionales que puedan tener una aplicación directa en distintas áreas de intervención de CENIE: Alianzas intergeneracionales; Capacidad Financiera; Salud y Capacidad Física; Ciclo Laboral; Cultura; Educación; Habitats; Participación y Voluntariado.
En todas estas áreas identificadas como campos de acción por CENIE ya se están llevando a cabo diferentes investigaciones a través de la iniciativa experimental “Juntos Damos más vida a Zamora”, en la que se desarrollan los proyectos pioneros en longevidad, que permitan repensar el estado del bienestar de nuestras vidas futuras; igualmente, se están asociando estudios sobre el impacto económico vinculado a cada una de esas temáticas y formulando un necesario cambio de narrativa que ayude a superar la percepción, alimentada de prejuicios, que hoy las definen.
Decálogo
Entre los datos destacados, los expertos enfatizan el decálogo que recoge la guía:
1.- La creciente extensión en la duración de la vida es la causa de que, por primera vez en la historia de nuestra especie, no menos de cinco generaciones distintas, ampliamente representadas cada una de ellas, coincidan en un mismo espacio temporal. Nuestra sociedad es más multigeneracional y multiétnica que nunca.
2.- Pero dicha circunstancia no es en absoluto garantía de interacción, intercambio y colaboración entre generaciones. Se exige algo mucho más dinámico y profundo para que la cohabitación de varias generaciones derive en un auténtico ejercicio de aprendizaje y progreso mutuo. Ahí radica la necesidad y el sentido de la Intergeneracionalidad.
3.- Los programas y proyectos intergeneracionales posibilitan experiencias de relación y cooperación entre personas de diferentes edades a través de la transmisión y la vivencia conjunta y activa de conocimientos, habilidades, actitudes y valores.
4.- Una sociedad intergeneracional es más rica y capaz; se sustenta en la responsabilidad y el esfuerzo en común; y, por ello, se forja como una comunidad más cohesionada, resiliente y capaz de afrontar cualquiera de las transformaciones de su entorno, pues se basa en la experiencia y disposición de todos sus miembros.
5.- La Intergeneracionalidad pone a la ciudadanía en el mismo núcleo de su acción. Es su método y su fin, gracias a la potenciación del capital social incentivado por el aporte de una relación entre las personas basada en los principios del respeto, la escucha, la cooperación y los logros compartidos desde la gratuidad y la voluntariedad.
6.- La Intergeneracionalidad es el mejor antídoto contra el feroz individualismo que nos aísla, nos separa y nos empobrece. Contra cualquier forma de segregación o discriminación, sea por edad, condición social o económica, procedencia geográfica o falsas convenciones culturales, ideológicas o sociales.
7.- Solo las sociedades basadas en la inclusión, en la igualdad de derechos y deberes de los ciudadanos pueden aspirar con legitimidad a ser más justas y solidarias. Más fuertes por fundarse en el espíritu cívico de sus miembros, en la consciencia y conciencia de sus responsabilidades. Y en la potencia extraordinaria de la inteligencia y la innovación
8.- Las acciones intergeneracionales no se basan en el esquema básico de cualquier transacción -no enseña y otro recibe- sino en el ganar-ganar para todos; en una auténtica mutualidad, donde todos reconocen sus obligaciones y se hacen sabedores de sus aportaciones y sus logros.
9.- La Intergeneracionalidad supone la puesta en marcha de una acción, prolongada y sostenible, fruto no solo de la voluntad o el deseo, sino de una planificación rigurosa, de un proceso formativo e informativo constante, de una participación plena de todos sus participantes, incluido el imprescindible ejercicio de la medición y evaluación de los resultados. La Intergeneracionalidad nunca es una labor individual y sí permanentemente compartida.
10.- La dinámica intergeneracional posibilita la incorporación a la misma de las personas de edades avanzadas, enriqueciendo su autoestima, la puesta en valor de sus conocimientos y experiencias, al tiempo que disuelve las diferencias o estereotipos que pueden separar o enfrentar a las generaciones y les proporciona un sentido vital y social, un bienestar psicológico y una sustancial mejora en su calidad de vida.
Conclusiones de la guía
Ante la nueva realidad de las sociedades longevas, derivada del aumento en la esperanza de vida, la intergeneracionalidad debe ser una cuestión presente a lo largo de todas las etapas. Esta guía, contribuye en conceptualizar la intergeneracionalidad como concepto, y así poder afrontar todos los retos que plantea en la sociedad actual. A su vez, lleva consigo un propósito de cambio, de mejora, de modificación de aspectos de la nueva longevidad, ya que ofrece la oportunidad de reformular nuestras narrativas en torno a la última etapa de la vida a través de un proceso de aprendizaje común.
La intergeneracionalidad debe ser entendida como un aspecto transversal para toda la sociedad, porque, aunque es cierto que la sociedad siempre ha sido multigeneracional, la intergeneracionalidad conlleva una nueva perspectiva. No consiste en meramente una convivencia física, sino que implica la creación de relaciones e interlocuciones entre todas las nuevas sociedades. En este sentido, la clave no es trabajar juntos, sino mejor.
Por ello, resulta esencial concienciar y sensibilizar a la ciudadanía del cambio profundo que suponen las nuevas sociedades longevas, y que la intergeneracionalidad permite, que nuestra sociedad siga aspirando a un futuro más equitativo, inclusivo y sostenible.
Con el objetivo de que se introduzca una perspectiva intergeneracional con una visión más integradora, es tarea de las administraciones públicas corregir las políticas sesgadas por criterios de edad y enfocar la acción de la Administración desde un prisma que involucre a todos de la misma manera.
Asimismo, los nuevos proyectos intergeneracionales necesitan un nuevo enfoque y requieren crear nuevas metodologías; más relacionales, responsables en el empleo de los recursos económicos y más innovadores.

Año: 2023
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