Cuidados larga duración
CEAFA trabaja para poner en valor a las personas excuidadoras y para colocarlas en el centro de atención, realizando este estudio para conocer su situación y detectar, en su caso, sus necesidades. El proyecto, persigue tres objetivos:
– Conocer el perfil de quien, tras años de ofrecer atenciones y cuidados a un familiar con la enfermedad, han dejado de ejercer ese rol.
– Analizar cuál es su situación personal, a través de un cuestionario elaborado para tal efecto.
– En base al conocimiento adquirido en el objetivo anterior, proponer, llegado el caso, medidas en relación con la situación y necesidades que puedan detectarse, de cara a mejorar la calidad de vida de aquellas personas que lo necesiten.
El riesgo de morir por coronavirus aumenta con la edad. En esta crisis sanitaria del SARS-CoV, las personas mayores se han llevado la peor parte. Los casos de discriminación y edadismo han sido manifiestos o sutiles en muchas áreas. No es admisible que las personas que viven en un centro residencial sean privados de un derecho por su edad o por tener una gran discapacidad. Además, el confinamiento puede tener consecuencias a nivel físico, a nivel cognitivo, a nivel emocional, a nivel conductual, o a nivel social. En nuestro país el modelo de cuidados era insuficiente y era inadecuado, y llegó la crisis y destapó las carencias del sistema. La atención a las personas que precisan cuidados de larga duración merece una reflexión.
CEAFA trabaja para poner en valor a las personas excuidadoras y para colocarlas en el centro de atención, realizando este estudio para conocer su situación y detectar, en su caso, sus necesidades. El proyecto, persigue tres objetivos:
– Conocer el perfil de quien, tras años de ofrecer atenciones y cuidados a un familiar con la enfermedad, han dejado de ejercer ese rol.
– Analizar cuál es su situación personal, a través de un cuestionario elaborado para tal efecto.
– En base al conocimiento adquirido en el objetivo anterior, proponer, llegado el caso, medidas en relación con la situación y necesidades que puedan detectarse, de cara a mejorar la calidad de vida de aquellas personas que lo necesiten.
“Apoyos 2030” propone una guía para el proceso de transformación del modelo de cuidados de larga duración, entendido por la Organización Mundial de la Salud como el sistema de actividades […]
Fundación Pilares publica la guía “Atención centrada en la persona: Historia de Vida y plan personalizado de atención y de apoyo al proyecto de vida”, cuya autora es Anna Bonafont. Esta publicación corresponde a la quinta Guía publicada por la Fundación.
Esta guía surge para orientar y hacer efectiva en el contexto de atención residencial a personas mayores la prestación denominada Servicio de apoyo al proyecto de vida. Una prestación reconocida desde el año 2014 en el Catálogo de Servicio Sociales de Castilla y León (Decreto 58/2014 de 11 de diciembre, por el que se aprueba el Catálogo de Servicios Sociales de Castilla y León), contemplado en la Ley 16/2010 de 20 de diciembre, de Servicios Sociales de Castilla y León”.
Muchas de las personas atendidas por los servicios sociales, se encuentran en momentos de su vida en que es importante que descubran lo que de verdad les importa ahora y decidan qué hacer, en quién se quieren convertir, en qué emplear su tiempo y esfuerzos y/o cómo organizar su actividad cotidiana. Cuando necesitan ayuda para imaginarse una existencia con sentido y conocer sus metas y valores para construir una vida rica y significativa con independencia de la situación que estén experimentando, los servicios sociales pueden ayudarles.
La guía que aquí se presenta tiene como objetivo desarrollar un contexto de atención centrada en lo importante para la persona, que incorpore los avances científicos más actuales. En este contexto, cobran especial relevancia los procedimientos de activación del proyecto de vida de una manera no invasiva, respetando y tomando en consideración aquello que la persona en situación de vulnerabilidad social valora.
Este trabajo destaca la importancia de la protección social de la dependencia.
(Guía 1 de la Fundación Pilares) La Fundación Pilares para la Autonomía Personal publica esta innovadora guía dirigida a familias cuidadoras de personas mayores frágiles o en situación de dependencia y personas con discapacidad.
La familia, en particular la mujer, es la que tradicionLa baja natalidad, la baja mortalidad, la elevada expectativa de vida y el consecuente predominio de las enfermedades crónicas y del grupo de personas mayores son las principales características actuales y futuras de nuestra sociedad, epidemiológica y demográficamente hablando. Estos factores conllevan un incremento imparable en el número de personas dependientes que requieren cuidados de larga duración y de las necesidades de asistencia desde los sistemas formal e informal.
La familia, en particular la mujer, es la que tradicionalmente ha asumido la atención a las personas dependientes en el domicilio, dado el carácter sociológicamente familista de las sociedades mediterráneas (Esping – Andersen, 1999). Por un lado, esta situación es insostenible en la actualidad por la fuerte discriminación de género que implica y porque la responsabilidad de los cuidados descansa sobre un grupo de la población cuya disponibilidad es finita, dado el cambio cultural y laboral hacia la igualdad de género en nuestro país (Garcés, Ródenas y Sanjosé, 2003; Gorri et al., 2003).
Todo ello, influye negativamente sobre la calidad de vida y el bienestar psicológico de las personas dependientes, a la vez que también sobre sus cuidadores principales. Es por todo ello, que la carga de los cuidadores informales se ha conformado hoy como un problema sanitario y social que requiere un profundo estudio, a la vez que soluciones adecuadas por medio de programas de apoyo e intervención desde la Psicología, entre otras ciencias. almente ha asumido la atención a las personas dependientes en el domicilio, dado el carácter sociológicamente familista de las sociedades mediterráneas (Esping – Andersen, 1999). Por un lado, esta situación es insostenible en la actualidad por la fuerte discriminación de género que implica y porque la responsabilidad de los cuidados descansa sobre un grupo de la población cuya disponibilidad es finita, dado el cambio cultural y laboral hacia la igualdad de género en nuestro país (Garcés, Ródenas y Sanjosé, 2003; Gorri et al., 2003).