Familias
ANEXO: Video: Metodología Del Proceso De Elección, Seguimiento Y Valoración De Las Experiencias Ocupacionales
ANEXO: Vídeo Técnica Atención a la Conducta Reto
El principal objetivo de esta iniciativa es llevar la cultura ética de los cuidados a todas las residencias de mayores.
Edadismo: tipo de discriminación específica que consiste en tratar al otro de manera diferente solo por la edad que tiene.
Es frecuente hablar de la infantilización como una de las formas en las que el edadismo se manifiesta. Es un tipo de violencia psicológica que afecta al bienestar emocional de las personas mayores.
La manera de tratar al adulto mayor como si fuera un niño implica infravalorar sus capacidades físicas y mentales y su bagaje personal. Se favorece así una prematura pérdida de la independencia y autonomía, que puede dar lugar a diversas patologías de tipo psicológico, como pueden ser depresión, autoestima baja y percepción negativa de su autoconcepto (cómo creo que soy: alto, miedoso, paciente, nervioso, reflexivo…).
Otra forma de discriminar al adulto mayor por su edad es el paternalismo, que consiste en un ejercicio de poder sobre un sujeto orientado a evitarle daños. La RAE lo define como la tendencia a aplicar las formas de autoridad y protección propias del padre en la familia tradicional a relaciones sociales de otro tipo; políticas, laborales, etc.
El paternalismo es el modelo de cuidado tradicional. Se trata de un modelo obsoleto, ya que los cuidados deben girar en torno a la persona (modelo de atención centrada en la persona), además de tener en cuenta su dignidad. Bajo la estela del paternalismo, ser una persona mayor se convierte en sinónimo de ser menor de edad. La persona queda reducida a ser un sujeto pasivo, sin voz, incapacitado para la toma de decisiones relevantes para su propia vida.
El curso grupal Autoayuda Plus (AAyuda+) es una herramienta para reducir el malestar psicológico en personas adultas y prevenir la aparición de trastornos mentales. Es adecuado para todos los entornos donde hay grupos de población afectados por la adversidad. Mediante audios pregrabados y una guía ilustrada, AAyuda+ enseña habilidades de manejo del estrés a lo largo de cinco sesiones a grupos de hasta 30 personas. Gracias a su formato innovador, es impartido por facilitadores supervisados y no especializados que completan un breve curso de capacitación. AAyuda+ puede complementar otras intervenciones de salud mental o programación comunitaria.
Archivos de audio de AAyuda+ en Español (por favor, remítase al manual de AAyuda+ para saber cómo utilizarlos)
Programa Cuidadores 1 Programa Cuidadores 2 Vídeo Programa Cuidadores
Ver Anexos: Sally en Sagunt Sally Experimentación Sally en Neural Sally día internacional personas mayores
La alimentación de las personas va más allá de la propia ingesta de alimentos. Por supuesto ha de ser un vehículo para nutrirse adecuadamente y mantener un buen estado de salud, pero la alimentación también debe proporcionar placer y satisfacción, por lo que es fundamental tener en cuenta, no solo los requerimientos nutricionales de las personas a las que se dirige, sino también sus gustos, sus hábitos y sus preferencias.
Uno de los pilares básicos en los que se apoya el modelo de atención integral centrado en la persona, es precisamente la promoción de la autonomía, el apoyo para seguir tomando decisiones y tener control en la vida cotidiana, por lo que la alimentación, gran protagonista del día a día de las personas, debe satisfacer las preferencias personales, lo que conlleva apostar por menús acordes a las decisiones individuales. La disfagia orofaríngea (DO), reconocida por la European Society for Swallowing Disorders (ESSD) y la European Union Geriatric Medicine Society (EUGMS) como un síndrome geriátrico, es muy prevalente en diferentes fenotipos de personas mayores, desde los que residen de forma independiente en la comunidad (27%), hasta los institucionalizados (más del 80%).
Atendiendo a su elevada prevalencia, su relación con múltiples factores de riesgo, su interacción con otros síndromes geriátricos, las complicaciones que se derivan de ella y su mal pronóstico, este síndrome geriátrico requiere un abordaje multifactorial y multidisciplinar.
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología afirma que es imperativo, desde un punto de vista asistencial, enfatizar la detección temprana de los signos y síntomas de la DO en las personas mayores y la optimización de su manejo con intervenciones masivas y sencillas, basadas en la evidencia, que permitan la translación de la evidencia científica a la práctica clínica habitual de los centros sociosanitarios. Lo cual requiere, entre otros aspectos, adquirir nuevos conocimientos y aptitudes para manejar este emergente y prevalente síndrome geriátrico y mejorar nuestra capacidad de trabajo multidisciplinar
Con este objetivo se ha editado el presente manual, que pretende ofrecer herramientas prácticas, tanto a las personas profesionales de los centros sociosanitarios, como a familiares e incluso a las propias personas con DO, para hacer frente a aspectos fundamentales tales como reconocer los signos de disfagia y cómo diagnosticarla, conocer sus principales complicaciones y cómo prevenirlas, planificar el menú, garantizar el soporte dietético y nutricional adecuado, adaptar la consistencia apropiada de alimentos y bebidas, aplicar estrategias ante diversas situaciones terapéuticas, profundizar en los aspectos sensoriales o garantizar una alimentación segura. Todo ello desde una perspectiva multidisciplinar, de las y los profesionales que trabajan día a día en la materia, con la finalidad de otorgar la satisfacción global a las personas usuarias.
Este nuevo posicionamiento de la SEGG, impulsado por los avances legislativos que se han producido en este periodo (a pesar de que el panorama es heterogéneo en las diferentes comunidades autónomas y aún nos queda camino por recorrer en el terreno legislativo a nivel estatal) es muy claro: no se trata de sujetar “poco” y de “forma controlada”, sino de no sujetar.
Es este un cambio substancial que merece ser repetido hasta la saciedad: se ha pasado de regular las sujeciones a no ser sujetado. Y a decir claramente y en voz alta que las sujeciones (en cualquiera de sus modalidades) son una forma de negligencia, abuso y/o maltrato hacia las personas mayores.
No sujetar no es una receta terapéutica simple, sino la garantía de los derechos fundamentales de todas las personas, especialmente las personas mayores con discapacidad que suelen tener un grado enorme de complejidad clínica y social y una elevada vulnerabilidad ante cualquier agresión externa.
Las sujeciones atentan contra la dignidad, la autonomía, la libertad y la autoestima de personas mayores con discapacidad y, por lo tanto, deben ser abolidas.
En la mayoría de los casos, además, comportan efectos adversos perjudiciales para la persona mayor. Su uso, por lo tanto, siempre debe ser excepcional, muy recortado en el tiempo y estrictamente monitorizado.
Este documento se enmarca de lleno en el nuevo modelo de cuidados de larga -duración, centrado en los derechos de las personas con discapacidad que se está impulsando desde el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y desde la Unión Europea. Este nuevo modelo se fundamenta en una atención centrada en la persona donde, evidentemente, no cabe el cuidado con sujeciones.
Encontrarás en este documento las bases legislativas y éticas del nuevo modelo de cuidados sin sujeciones, así como los pasos que hay que dar para evitar poner sujeciones, eliminar las que se estén utilizando y mantener los centros y servicios libres de sujeciones.
En Europa la población está envejeciendo. A medida que el porcentaje de personas mayores crece, se prevé un aumento de las necesidades de cuidado. En la actualidad, el cuidado se centra principalmente en aspectos médicos y físicos; sin embargo, la vejez también es una parte esencial de la vida humana, con los cambios sociales, culturales y espirituales que conlleva. Por esa razón, se necesita un cambio innovador de paradigma, que plantee un enfoque positivo del envejecimiento. Es necesario modificar la perspectiva con la que se abordan las necesidades sociales, la necesidad de significado y el potencial de las personas mayores.
El objetivo del proyecto SeeMe es mejorar la calidad del cuidado que se ofrece a las personas mayores, aumentando el conocimiento sobre sus necesidades y ampliando las capacidades o competencias de los diversos grupos de personas cuidadoras para responder a dichas necesidades.
En concreto, se hace especial hincapié en el hecho de que las competencias de las personas que ofrecen cuidados no estén solo relacionadas con los cuidados físicos o médicos. Es decir, se trata de VER a la persona detrás del paciente, de VER las necesidades sociales y la necesidad de significado, de VER los talentos y los sueños de las personas mayores, en lugar de prestar atención solo a sus necesidades -físicas o médicas -. De esa forma, el proyecto SeeMe contribuye a la inclusión social de las personas mayores.
En este informe hemos recogido de forma breve una amplia revisión de la bibliografía, un estudio empírico y seis «buenas prácticas» SeeMe
Este informe titulado “Envejecimiento activo y de valor” incluye desde la propuesta teórica que sirve de marco, el análisis de datos existente en este ámbito, hasta los elementos relevantes de las políticas públicas desarrolladas con el fin de promoverlo y experiencias de interés que han sido puestas en marcha en diferentes territorios. Se trata así de un despliegue de resultados en torno al tema basados en fuentes de datos secundarias de encuestas desarrolladas a diferentes escalas territoriales.
El primer bloque del documento se adentra en aspectos relacionados con la conceptualización del término envejecimiento activo, ofreciendo un listado de principios que emanan de la incorporación del paradigma AgeingWell de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El segundo capítulo, denominado “Datos”, se organiza en torno a seis grandes bloques: Empleo; Jubilación; Arte, ocio y consumo; Aprendizaje permanente; Voluntariado y participación ciudadana; Uso de TICs.
A continuación, un tercer capítulo titulado “Estrategias políticas” incluye los resultados de una revisión de políticas públicas territoriales, estatales e internacionales desarrolladas en los últimos cinco años con el fin de promover el envejecimiento activo y de valor.
Para concluir, el material ofrece una recopilación de algunas experiencias prácticas, proyectos e iniciativas que ponen en marcha el concepto.
La serie de Informes temáticos realizados en el marco del proyecto SIA (Sistema de Inteligencia avanzada) de Fundación Adinberri, tienen como objetivo realizar un análisis en profundidad de temas específicos dentro de los ámbitos de oportunidad que define esta Fundación. Estos informes se conciben como herramientas para la identificación de tendencias en el ámbito del envejecimiento en Gipuzkoa.
El cuidado se produce siempre en un contexto de comunicación interpersonal. Incluso cuando realizamos tareas de cuidado sin hablar, nos estamos comunicando. La ausencia de palabras, los silencios, nuestros gestos, los ritmos de nuestras acciones, transmiten información. Siempre. No comunicarse no es posible.
Nuestra comunicación es una de las herramientas más importantes en el cuidado de las personas con deterioro cognitivo o que han desarrollado una demencia. Porque nuestra comunicación va a modular, en buena medida, el estado emocional de la persona. Puede facilitar su bienestar y, también, contribuir a reducir su malestar. Tampoco hemos de perder de vista que algunas interacciones también pueden intensificar estados emocionales negativos.
Comunicarse con una persona con demencia y entender algunas de sus conductas, en ocasiones, no es sencillo. Por ello hemos elaborado esta guía, para ayudar a quienes acompañan y cuidan a las personas con demencia a comunicarse mejor con ellas.
En esta guía presentamos de forma muy resumida algunas ideas y técnicas que pueden ayudarnos tanto a comprender las necesidades que las personas con demencia expresan como a mejorar el modo en que nos comunicamos con ellas.
Tomar conciencia de algunas creencias que podemos tener sobre las personas con demencia y sobre sus comportamientos, es el punto de partida necesario para que las técnicas que luego presentamos puedan realmente resultar de ayuda. Porque las técnicas son meras herramientas y, para que resulten valiosas, deben proceder de una mirada, de unas actitudes que las soporten.
La pandemia se ha extendido por los cinco continentes en solo unos meses tras los primeros casos de COVID-19 aparecidos en China en diciembre de 2019. La respuesta ha sido desigual en las diferentes comunidades autónomas espa nolas. Los recursos, los equipamientos han tardado en llegar y el coronavirus ha afectado a miles de personas. Definida por la OMS como una pandemia mundial, la COVID-19 afecta a todas las personas, pero no a todas por igual. Existen grandes brechas tanto en los riesgos en la salud como en el acceso al tratamiento asociadas a la edad. Las personas mayores son un grupo especialmente vulnerable ante la enfermedad producida por el SARS-CoV-2 que presenta un peor pronóstico, por su comorbilidad, los síndromes geriátricos y la fragilidad asociada al envejecimiento1, habiendo sido definida la pandemia como una emergencia geriátrica2.
La pandemia de COVID-19 ha tenido efectos devastadores sobre las personas mayores que viven en residencias. En España aproximadamente el 3% de los casos y el 40% de los fallecimientos han sido en este grupo de población, en el que además han aumentado los síndromes geriátricos y los problemas psicosociales, y se han vulnerado derechos fundamentales, como consecuencia de las medidas para el control de la crisis. En este artículo se describen factores estructurales de las residencias y de su relación con los servicios sanitarios públicos que han tenido un papel importante en el impacto de la pandemia en estos entornos. Se presentan modelos alternativos a las residencias tradicionales y a la manera habitual de relación con el sistema público de salud, que unen a otras ventajas la de haber mostrado capacidades excelentes para proteger de la COVID-19 a las personas mayores que viven en estos centros. Entre estos modelos destacan diferentes tipos de viviendas de grupo, modalidades de coordinación sociosanitaria basadas en la gestión de casos y en la dotación de profesionales sanitarios desde el sistema de salud. Se proponen estas experiencias de éxito como elementos a considerar en el cambio de modelo sociosanitario (integrado y centrado en las personas) que ha comenzado a desarrollarse en algunas comunidades autónomas.